Otros factores para elegir el tampón correcto

Cómo elegír el tampón de tampografia correcto

El tamaño:
Si tomáramos estos conceptos como una guía para tampografía, podríamos entonces definir el concepto siguiente: Para que una imagen se imprima sin distorsión (o la menor distorsión posible), mientras más grande el tampón, es mejor; normalmente es el espacio entre el cliché (placas de tampografia) y los bordes de la máquina misma, los que determinan el tamaño a utilizar. Para ser más claros: se usa el tampon de tampografia que se ajuste al tamaño del cliché sin dañarse en los bordes que sujetan la placa. Aademás, siempre hay que mantener un control estricto sobre las tintas de tampografia que estemos utilizando.

No resulta muy difícil encontrar el tampón de tampografía adecuado y regularmente se usa un mismo tipo para la mayoría de trabajos. En raras ocasiones se necesitan tampones con características muy especiales (ver la siguiente imagen) y que se salen de lo que podríamos definir como “normales”. Pedirlos puede ser sumamente caro, y es aquí donde interviene no solo la experiencia del impresor, sino también la creatividad y la gran flexibilidad de las máquinas tampográficas manuales o automáticas. Puede resultar mucho más barato hacer impresiones tampograficas de los artículos con dos tampones diferentes en dos procesos separados.

Pero si esto resulta imposible, siempre estará la opción de mandar a hacer el tampón exacto y así, imprimir en un solo tiro el trabajo. Un consejo útil e importante, es utilizar la mínima presión necesaria sobre el tampón para evitar que se dañe.

¿Como elegir el tampón de tampografía adecuado?

• Elegir el tampón que, por su forma y a simple vista, pueda ser el adecuado. Luego hacer pruebas para verificar que está recogiendo la imagen correctamente (esto es, que todos los bordes y la imagen en general, no presenten agujeros y esté claramente definida).
• Si el resultado no es satisfactorio, ver en que parte del tampón la imagen sí está bien definida. Luego, buscar otro tampón con características similares pero que sea más largo o más ancho y que abarque de mejor manera la imagen en el cliché.
• Si esto no da resultados satisfactorios, hacer pruebas con tampones que en apariencia, no son los adecuados. Algunas veces ángulos más pronunciados en un tampón pueden ser la solución aunque a simple vista pareciera no ser el apropiado.
• Cuando la imagen presente partes sin tinta, normalmente significa que hay burbujas de aire atrapadas al momento en que el tampón cae sobre el cliché. Es necesario hacer una revisión para verificar que el silicón no esté agrietado o presente daños.
• Siempre es aconsejable graduar la presión de la máquina al mínimo ya que esto evitará que el tampón se comprima demasiado y distorsione la imagen. Un dato importante es que si el tampón es muy pequeño, es seguro que habrá distorsión debido a que la imagen en el cliché quedará muy cercana al borde del cliché, por lo tanto nunca es aconsejable utilizar un tampón que sea casi del mismo tamaño que el grabado en el cliché.
• Pueden haber casos donde ningún tampón se adecue a la imagen. Si mandar a fabricar un tampón no es posible, una solución puede ser la manipulación de la imagen en el arte antes de grabar el cliché. Para ello habrá que hacer una prueba de impresión y medir la distorsión de la imagen en el sustrato. Luego se procede a compensar esa distorsión en el arte. De esta manera puede solucionarse el problema, aunque necesariamente habrá que hacer varias pruebas antes de grabar en definitiva la imagen en el cliché.

La consistencia o dureza de un tampón esta en relación directa con la cantidad de silicón utilizado en su fabricación. Y aunque existen durezas intermedias, básicamente son cuatro los estándares de la industria y la gran mayoría de fabricantes utilizan cuatro colores para diferenciarlos.

Los colores básicos utilizados (de mayor a menor dureza) son: azul, rosado, verde, blanco y amarillo. Como mencionamos anteriormente, mientras más duro sea un tampon de tampografia, mejor resolución tendrá la imagen ya que habrá poca o ninguna distorsión. Así mismo, tienen un rendimiento mucho mejor.

Sin embargo, por el campo de aplicación tan grande en tampografía, utilizar solo tampones duros no es práctico ya que existen trabajos que requieren de mucha delicadeza en la presión que puede aplicarse al sustrato (como por ejemplo las carátulas de los relojes o termómetros).

¿Cuándo se usan tampones duros?
Los más duros (azules) son utilizados para imprimir sobre sustratos ásperos o abrasivos ya que tienen una excelente resistencia. Esto también los hace favoritos para imprimir en áreas donde existan bordes inclinados.

Lo mismo se aplica para trabajos donde hay que colocar varios tampones para un mismo trabajo y todos muy próximos unos a otros (como el caso de los teclados o mandos remotos) ya que usar tampones suaves puede ocasionar problemas al ser comprimidos por la máquina.

¿Cuándo usar tampones suaves?
Los tampones suaves son mas utilizados para superficies con contornos muy pronunciados o cuando se imprimen artículos muy delicados o frágiles. Si la máquina tampográfica no es capaz de comprimir el tampón de una manera adecuada, es preferible cambiar el tampón por uno más suave, hasta lograr que no haya distorsión en la imagen.

Algo muy importante para mantener un buen control de calidad, es evitar el uso de tampones con diferentes durezas en un mismo trabajo, ya que la densidad de tinta que es recogida varia según la dureza del tampón y esas variaciones pueden estropear la calidad final.

Incrementando la vida util de los tampones:

Los tampones de tampografia nuevos vienen recubiertos con aceite de silicón para su protección. Sin embargo, este mismo aceite impide que las tintas de tampografia se adhiera correctamente a él. Si su limpieza con alcohol isopropílico no es suficiente para quitar ese exceso de aceite, puede usarse solo por esta vez, un solvente más fuerte. Con esto quedará el tampón listo para ser utilizado. Pero para mantener al máximo su vida útil, lo mejor es evitar el uso constante de solventes fuertes para limpiarlos; lo recomendable es utilizar cinta adhesiva como la que se usa para empaques. Se toma un pedazo y la parte con el adhesivo se coloca sobre el tampón y listo. La parte engomada se llevara los restos de tinta de la superficie dejándolo completamente limpio.

Aunque existen productos para rejuvenecer tampones, todos estos productos están fabricados con aceite. Por lo tanto, nunca deberá ser aplicado a la parte que estará en contacto con el cliché ya que el mismo aceite que protege al tampón, impedirá que se adhiera la tinta.

¿Cómo mantener los tampones en óptimas condiciones?

Nuevamente es necesario señalar que no existen reglas para esto, es más cosa de sentido común y cuidado. Básicamente podemos resumirlo así:

• Solo utilizar un solvente fuerte como el thinner, cuando son nuevos, a manera de quitarles la película protectora.
• Después utilizar únicamente alcohol o cinta adhesiva (preferiblemente ésta última) para quitar los restos de tinta seca.
• Nunca aplicar demasiada presión sobre el tampón.
• Evitar la impresión sobre bordes afilados en el sustrato.
• Procurar que los sustratos a imprimir no estén sucios o con partículas abrasivas
• No usar tampones demasiado ajustados al tamaño de la imagen ya que ello requiere mayor presión sobre ellos.
• No almacenarlos en pila (uno sobre el otro), procurando manejarlos cuidadosamente.
• No limpiarlos bruscamente, los tampones son piezas delicadas y deben ser tratados como tal.

Si pensamos en el nombre del proceso (impresiones tampográficas) podemos deducir fácilmente la importancia que tiene el tampón. Es la parte vital y más importante del proceso tampográfico. Mientras mantengamos su superficie lo mejor posible, le demos los cuidados necesarios y no abusemos de sus características no tendremos mayores problemas.