El proceso tampográfico

El proceso tampográfico es muy simple y sus elementos básicos son el tampón, el cliché y la tinta. Por sus características individuales, cada uno de estos componentes del proceso de tampografia, agrega ventajas y le da la flexibilidad a la impresión.

Podríamos definir los pasos básicos del proceso de impresión con tampografía asi:

El cliché: El grabado en el cliché es entintado. Dependiendo del tipo de máquina, será hecho por la espátula (en el caso del tintero abierto), o por medio del tintero cerrado. Mientras esto ocurre, el tampón se moverá en dirección de la placa o cliché.

Transferencia de la imagen: Luego de entintado el cliché, la cuchilla recoge el excedente de tinta y el tampón cae sobre la imagen, la recoge y la lleva hacia la pieza que queremos imprimir.

La impresión: El tampón cae sobre la pieza a imprimir y deja la imagen sobre él.

El cliché o placa de tampografia:

La imagen que queremos imprimir tenemos que grabarla sobre un cliché, estos pueden ser metálicos (acero) o de metal recubierto de polímero, elección que dependerá de factores que veremos más adelante.

Tintas para tampografía:

Las tintas tampográficas son tan versátiles como todos los demás elementos del proceso tampográfico. Existen muchas marcas y se pueden obtener en cualquier color y cualquier serie que sea específica para determinados sustratos. Hay que observar que un tipo de tinta que sirva para un tipo de plástico, no necesariamente servirá para otro.

Esto ocurre porque los diferentes materiales reaccionan de forma diferente a los componentes que integran la tinta. La variedad es tan grande que incluso existen tintas aprobadas para la impresión de productos médicos y alimenticios con tampografia. La adherencia va relacionada directamente con la viscosidad de la tintas, los solventes que utilicemos, la temperatura del taller y la evaporación.

Tampones de silicón:

Como ya fue mencionado en otro artículo, el silicón permite que la tinta sea transferida al sustrato que queremos imprimir. Al momento de hacer contacto con el cliché, el tampón recoge la tinta ya que el silicón solo permite una adherencia temporal de la tinta a su superficie. Ya que la tinta es específica para ciertos materiales, al hacer contacto con el sustrato se “suelta” del tampón y se “pega” al artículo que se va a imprimir.

Los tampones vienen en diferentes durezas para diferentes tipos de formas de los sustratos, siendo asi que de ello dependerá que se acomode bien a la forma de las piezas a imprimir. Un tampón duro normalmente permite una impresión más clara. En el caso de la impresión de una imagen sobre una superficie plana o casi plana, usar un tampón duro puede provocar distorsiones debido a que será necesario aplicar mucha presión, en ese caso, es mejor usar un tampón suave.

6 respuestas a «El proceso tampográfico»

  1. hace poco tiempo empece con tampografia, mi unico gran problema es que las impresiones me quedan claras y no puedo lograr que oscurezca, no encuentro la manera, hoy estube toda la mañana dando vueltas y probando de distintas maneras, si alguien puede aconcejarme, se lo agradeceria

    1. Se me ocurre que pueden ser tres causas.

    2. La profundidad de tu placa no es la correcta. Habría que revisar los tiempos de exposición en la insoladora porque puede ser muy poco o mucho el tiempo que le estás dando.
    3. Las tintas de tampografía se caracterizan por una alta pigmentación del color, creo que deberías revisar si no estas usando demasiado solvente. Normalmente se usa un 10 a 20 por ciento del peso de la tinta mezclada con el endurecedor.
    4. La plantilla de tramado no es la adecuada. La mayoría de trabajos funcionan muy bien usando un tramado de 120 a 200 lpi (líneas por pulgada).

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